El proceso de preparación del mate (“cebar”, en español) implica una serie de técnicas y trucos para asegurar los mejores resultados. En esta oportunidad, Valeria Trápaga (sommelier especialista en yerba mate) explica todo lo que hay que saber sobre la preparación del mate como una experta.
La calidad de la Yerba Mate
El primer paso es utilizar una yerba de buena calidad para nuestro mate, ya que esto tendrá un gran impacto en su sabor, textura y aromas. Para identificar una buena yerba debemos utilizar los cinco sentidos. La yerba debe presentar un color verde amarillento y debe haber armonía entre los componentes: polvo, hojas, tallo. Al sostenerla, la yerba debe tener una textura seca y producir un ligero crujido; Su aroma debe ser fresco y ligeramente tostado, mientras que el sabor debe tener un agradable toque amargo.
Un mate apropiado
Cuando el mate (envase) está adecuadamente curado, es capaz de absorber todos los atributos de la yerba y conservar sus sabores. Por eso, antes de empezar a preparar la infusión, es importante asegurarnos de que el recipiente que utilizamos es el adecuado (debe tener una base estrecha y una boca ancha) y que está bien curado.
¿Cómo curamos el contenedor? Llenamos el recipiente con yerba mate, luego agregamos agua caliente y dejamos reposar toda la noche. Por la mañana raspamos muy bien la superficie para retirar el tallo leñoso. Si es necesario, repite este proceso hasta que esté completamente limpio y luego déjalo secar al sol.
Pasos para preparar el mate perfecto
Llena tres cuartas partes del mate con yerba.
Coloca el recipiente boca abajo y agítalo vigorosamente para asegurar que todos los ingredientes se mezclen y distribuyan uniformemente.
Lentamente, lleva el recipiente nuevamente a su posición inicial, asegurándote de que la yerba quede inclinada en un ángulo de 45 grados, formando un pequeño agujero. Por este agujero echaremos agua tibia (se recomienda una temperatura del agua entre 70°C y 80°C) para humedecer la parte inferior.
Ahora introduce la bombilla presionándola contra la pared interna del mate y trata de no moverla nuevamente.
Agrega poco a poco el agua por el pequeño agujero donde está la pajita.
¡Todo listo! El resultado será una infusión espumosa e intensa, donde el buen sabor de la yerba permanecerá por mucho más tiempo.
